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Intervención de la Secretaria General del PSE-EE, Idoia Mendia, en el Comité Nacional

Intervención de la Secretaria General del PSE-EE, Idoia Mendia, en el Comité Nacional


Bilbao, 10 de marzo de 2019

Buenos días.

Es verdad que nos reunimos en este Comité Nacional extraordinario con la finalidad de aprobar las listas que nuestras agrupaciones y Comités Provinciales han avalado ya, pero es que además creo que resulta oportuna también esta reunión para que podamos compartir el momento político que estamos viviendo los socialistas.

Y quiero empezar agradeciendo que, una vez más, la militancia socialista ha dado muestras de cómo llevar adelante un proceso impecable para designar a los mejores y las mejores, para ofrecer a la ciudadanía alcaldesas y alcaldes, equipos y liderazgos para nuestros Territorios Históricos que conocen bien las necesidades que hay entre sus vecinos, pero que también ofrecen respuestas a los retos que tenemos para conformar desde las Diputaciones políticas que puedan alinearse para afrontar los retos transformadores de nuestra economía y de nuestra convivencia.

Nuestro partido siempre ha dedicado especial mimo a esta cita municipal. Y es lo que vemos en estas candidaturas: líderes acreditados en sus pueblos y ciudades, expertos gestores, nuevas incorporaciones, experiencia y renovación, saber hacer y ganas de hacer más. Y sobre todo mucho compromiso: compromiso con la igualdad, con la búsqueda de oportunidades para nuestros jóvenes, con apuestas arriesgadas para nuevos nichos de empleo, con propuestas en favor de una movilidad sostenible, pensando en los mayores que necesitan más facilidades para seguir desarrollando una vida autónoma.

Un proyecto para cada pueblo y cada ciudad que sea coherente con el proyecto que compartimos en el socialismo, allá donde gobernemos: diversidad, pluralidad, solidaridad, igualdad, libertad, progreso y cohesión. Para todo esto nos dedicamos a la política. Y nos sentimos muy orgullosos de hacerlo.
 
Mientras que otros reniegan de la política, los socialistas podemos exhibir con orgullo la capacidad de utilizar esa política para cambiar a mejor la vida de la gente.
Porque nuestra experiencia está contrastada y responde a nuestra vocación municipalista. Porque fue ahí, precisamente, en los Ayuntamientos, donde hace más de un siglo comenzó esta tarea de conquistar derechos y libertades para todos y todas.
Una tarea en la que hay que perseverar siempre, pero especialmente en estos tiempos en que los extremos se alían para derrumbar todo lo que hemos ido construyendo.

Y nuestras candidatas y candidatos a liderar nuestras Diputaciones son personas con capacidad contrastada en la gestión pública y con una clara hoja de ruta marcada para hacer de Bizkaia Gipuzkoa y Araba territorios de convivencia, cohesionados social y económicamente. Y, sobre todo, con vocación de tejer alianzas entre ellos y no enfrentamientos.

Y es que estamos en un momento especialmente delicado. Decía que la cita con las municipales y forales siempre ha sido un momento especial para el socialismo vasco, pero en esta ocasión se nos presentan como un paso añadido al gran reto que tendremos en las generales.

Y también quiero aprovechar, aunque no sea competencia de este órgano sino del Comité Federal la aprobación de nuestras candidaturas a Congreso y Senado, para felicitar el acierto de la elección de nuestra militancia, poniendo en cabeza tres personas como Patxi López, Isabel Celaá y Odon Elorza. Tres personas comprometidas con Euskadi y comprometidas con el proyecto socialista.

Los socialistas somos conscientes de que en este momento político en Euskadi y España nos estamos jugando todos nuestros derechos y libertades, la igualdad, la pluralidad y la convivencia.

Y nosotros, que hemos demostrado siempre la capacidad de entender y gestionar la diversidad, tenemos que ser capaces de movilizar a todos los progresistas haciéndoles ver lo que se está jugando esta sociedad.

Nos jugamos retroceder cuatro décadas en las libertades de las mujeres.

Porque se banalizan la Ley de Igualdad y el Pacto contra la Violencia de Género, y allí donde pueden, como Andalucía, es lo primero que las derechas quieren cambiar.

Nos jugamos retroceder en los servicios públicos que garantizan nuestros derechos:

Porque allí donde han gobernado y gobiernan las derechas, en España y en las distintas autonomías, se han privatizado servicios públicos como la sanidad y la educación, que quedan a dos velocidades, para ricos y pobres.

Porque en el tiempo que han gobernado España, con la excusa de falta de recursos, han empobrecido a los pensionistas, a los actuales y a los futuros. Pretenden un sistema asistencialista o caritativo para los menos afortunados: para los jóvenes que no terminan de encontrar trabajos cualificados, para parados de larga duración que dependen de subsidios o de la RGI y no pueden cotizar, para mujeres precarizadas.

Nos jugamos el autogobierno: frente a la histórica capacidad socialista para articular la descentralización desde la ley, mediante el diálogo, se advierte con claridad un proyecto de recentralización impuesta y abocada a la confrontación.

Nos jugamos los valores democráticos y la dignidad de quienes los hicieron valer. Por eso frivolizan con el rescate de cuerpos de las fosas comunes y con la exhumación de los restos de Franco. Una humillación para las víctimas de la represión. Porque cuando gobierna la derecha se paralizan las políticas de memoria.

Hurrengo hauteskundeetan, jokoan daude gure elkarbizitzarako hain garrantzitsuak diren balio demokratikoak. Jokoan dago emakume guztion askatasuna. Jokoan daude gure eskubideak bermatzen dituzten hainbat eta hainbat zerbitzu publiko. Jokoan dago (eta hau ondo dakigu hemen, Euskadin) gure autogobernua.

Inflexio-puntu baten aurrean gaude. Eskuineko alderdien batasunak arriskuan jartzen ditu eskubide berdintasuna eta gizarte pluraltasuna. Eta euskal herritarrek jakin behar dute funtsezkoa dela Sozialistak Gobernuan mantentzea, gaur dugun bizi-mailan atzerapausorik ez emateko.

Me lo habéis oído muchas veces, y lamentablemente así lo confirmamos: los derechos y libertades no se heredan, y la democracia no es irreversible. Por ello, los socialistas vascos vamos a afrontar estas sucesivas convocatorias electorales con un mismo espíritu: consolidar un tiempo político que se traduzca en más bienestar, más empleo y más cohesión social, también para los vascos.

Tenemos la oportunidad de mantener abierto un espacio para las políticas progresistas en este país. Porque estamos ante la oportunidad de sumar esfuerzos desde todos los ámbitos políticos, desde el Ayuntamiento más pequeño hasta Europa, o dar un salto atrás de cuarenta años.
Y si nos encontramos con una cita previa a las generales es porque la han forzado quienes prefieren el caos institucional y político, sea desde las derechas o sea desde el independentismo. Son ellos los que se han aliado en el Congreso de los Diputados para impedir que continúe el camino de esperanza que se abrió el pasado 1 de junio.

Pero por mucho que algunos se empeñen en el bloqueo y el salto atrás, los socialistas seguimos demostrando todos los días que es posible el acuerdo, la colaboración, la influencia desde la izquierda útil para crear un clima de estabilidad y progreso.

Lo estamos demostrando en Euskadi, en los gobiernos municipales, forales o el vasco, que es posible acordar en favor de los servicios públicos, la igualdad de oportunidades, la solidaridad. Así que acudimos a estas citas con las ideas bien claras. Tenemos un proyecto político que permite avanzar en la cultura democrática, que permite construir un país respetuoso con la diversidad territorial, con nuestro autogobierno y con la pluralidad de ideas. Es un proyecto ganador, porque es incluyente, porque no expulsa a nadie ni levanta muros ni arroja banderas ni sentimientos.

Y ya nadie cuestiona que el Partido Socialista vaya a ser el primero, el que más apoyos va a recibir. Lo que nos hace falta es que sea un apoyo fuerte. Que no se quede en casa nadie. Porque quedarse en casa es abrir la puerta a la alianza de las derechas que bloquea el progreso de nuestro país. La que ya han puesto en marcha en Andalucía, y la que no ocultan que quieren extender por todo el país.

Así que los vascos y las vascas nos jugamos mucho en esas elecciones generales. Debemos ofrecer el máximo respaldo al liderazgo socialista al país. Y seguir trabajando para que luego tenga continuidad en ayuntamientos y diputaciones.

Porque también tenemos otra certeza: cuando mejor nos ha ido siempre a los vascos es con un Gobierno socialista en España y con los socialistas en el Gobierno de Euskadi y en todos los gobiernos municipales y forales.

Se dice rápido, pero esa realidad. Ese alineamiento socialista en todas las instituciones, es la que estamos viviendo, y está siendo un alivio y una ventana de esperanza en esta tierra. Las decisiones del Gobierno de España se han dejado notar en la vida de la mayoría de los vascos.

Porque han repercutido en:

Los trabajadores vascos más precarizados con la subida del SMI.
Más de medio millón de jubilados vascos por la subida de las pensiones.
Decenas de miles de empleados púbicos en Euskadi tienen un incremento del 2,25% de los salarios.
La mitad de la población vasca, las mujeres, dotando de contenido el Pacto contra la Violencia de Género y con la ley por la igualdad salarial y laboral.
La normalización de relaciones entre los Gobiernos de Euskadi y España, con el encauzamiento del diálogo y la negociación para resolver las diferencias sobre las transferencias pendientes.

Y gracias a ello, los socialistas vascos también nos sentimos más fuertes. Creo que es algo que percibís todos en vuestro entorno, y hoy os tengo que dar las gracias por este esfuerzo en el que habéis participado con intensidad.

Cuando hace poco más de cuatro años decidisteis que fuera vuestra Secretaria General, estábamos fuera de todos los Gobiernos, y yo me comprometí a volcar todos mis esfuerzos en devolver al socialismo a la centralidad, devolverle toda su utilidad. Me comprometí a tomar decisiones arriesgadas, a no tener miedo al acuerdo si ese acuerdo iba a servir a la gente.

Es lo que hemos venido haciendo, cada uno en nuestro ámbito. Os atrevisteis a hacerlo primero en los ayuntamientos y en las diputaciones. Nos atrevimos todos a hacerlo después en el Gobierno vasco. Se atrevió Pedro Sánchez, con nuestro respaldo, en el Gobierno de España.

Y mientras otros se quedaban rezagados en su escaño, se quedaban señalando con el dedo lo que faltaba por hacer, nosotros nos dedicamos a hacer. Así es como hemos conseguido que las agendas de nuestros Gobiernos se centren en el empleo, el reforzamiento de los servicios públicos, y la igualdad y cohesión social.
 
Así hemos conseguido que nuestros Gobiernos no tomen una sola decisión que genere inestabilidad ni que sea excluyente. No es un eslogan. Son hechos. Porque lo dicen los datos:
La tasa de paro ya está por debajo del 10%.
10.000 trabajadores vascos han regularizado sus contratos.
Está en marcha un Plan de lucha contra la brecha salarial.
Hay un plan de choque para las comarcas desfavorecidas.
Hemos abierto los hospitales de Urduliz y Eibar,  Biocruces; hemos integrado Onkologikoa en el sistema público de salud.
Hemos logrado que todos los enfermos de Hepatitis C hayan recuperado la salud.
Hemos modernizado la industria turística.
Hemos propiciado la emancipación de los jóvenes facilitándoles una vivienda.

Todo esto que estaba en nuestros compromisos con la ciudadanía los hemos llevado adelante por haber participado en Gobiernos para todos y todas. Esa decisión nuestra ha aportado serenidad en la política vasca, y ha sido fructífera para la ciudadanía, para la economía,  para los servicios públicos, para la igualdad y para garantizar la pluralidad en una tierra tan diversa como la nuestra.

Porque a nadie se le oculta que, en ausencia nuestra, los Gobiernos nacionalistas se habrían arrastrado a decisiones sólo para nacionalistas. Y eso es lo que hemos evitado. Porque el socialismo existe para que las instituciones trabajen para todos sin mirar identidades ni sentimientos.

Nuestra misión no es moderar al nacionalismo. Nuestro compromiso histórico es con el bienestar y el progreso de la ciudadanía, desde la firmeza en los principios y la apertura a los acuerdos. De eso respondemos, y de eso tenemos que rendir cuentas, como lo estamos haciendo. Y hoy se confirma nuestro papel como la izquierda vasca responsable que, gracias a su capacidad de dialogar y pactar, ha abierto un cauce central en los Gobiernos en los que participamos, y que queremos proyectar hacia el futuro.

Por ese cauce circulan la pluralidad, los derechos sociales, de bienestar y progreso compartido. Es el espacio en el que cabemos todos. Es nuestra apuesta de ayer, de hoy y de mañana.

Así que éste es nuestro plan ante las próximas citas:

Queremos tener el máximo apoyo para que todos los gobiernos estén centrados en la agenda ciudadana y ninguno tome una sola decisión que margine a ningún ciudadano por sus sentimientos, identidades o ideas.
Queremos seguir aportando la serenidad y estabilidad que reclama la ciudadanía, la que propicia el crecimiento económico y la convivencia en una sociedad plural.
Queremos seguir liderando los espacios de encuentro con diferentes, el discurso ético de rechazo a cualquier argumentación o justificación de cualquier vulneración de derechos humanos, y el de garantía de la convivencia en una sociedad plural como mejor inversión para el progreso y la cohesión social.

Inork ez du zalantzan jartzen Sozialistak hauteskundeak irabaziko ditugula. Baina garaipena sendoa izan behar da, eskuina geldiarazteko.

Ezin da inor etxean geratu.  Eta euskaldunei dagokigu be bai arduraz jokatzea. Jakin badakigulako Espainian Sozialistak gobernatzen dugunean, Euskadi ondo doala. Orain bezala, gobernu guztiak lerrokatuta ditugunean, euskaldunak inoiz baino hobeto gaudela.

Sozialistak herritarren konfiantza merezi  dugula erakutsi dugu. Serioak, leialak garela. Ez dugula inor engainatzen eta egoerak agintzen duen bezala jardungo dugula. Horixe da gure aurkezpen-gutuna.

Nuestro partido ha dado muestras de que merece esa confianza, y ha dado muestras de que somos serios, somos leales, no engañamos a la ciudadanía y no tomamos una sola decisión que excluya a nadie por sus sentimientos.

Hay quienes proponen una España uniforme o una Euskadi uniforme. Ambas posiciones son legítimas, pero nuestra propuesta es una España y una Euskadi diversas, sin categorías ciudadanas, sin etiquetas. Con mujeres y hombres libres con iguales derechos y obligaciones, que reconoce e integra las singularidades, que respeta los pactos de convivencia que hemos ido construyendo.
Hay quienes proponen el centralismo y quienes responden con independentismo. Los socialistas tenemos una alternativa que pasa por el diálogo, la colaboración y la solidaridad entre todos para construir un proyecto común de convivencia.
Hay quienes desde las derechas o los independentismos ocultan con sus respectivas banderas los problemas reales de la gente. Mientras se chillaban entre ellos, los socialistas poníamos en marcha un plan contra la pobreza infantil, recuperábamos la sanidad universal, dotábamos de recursos la lucha contra la violencia de género, subíamos los salarios y las pensiones. Y volvíamos a poner a España en el lugar que le corresponde en la Unión Europea.

De esto van las próximas elecciones. Porque ya no se trata de ganarlas, que eso todo el mundo da por hecho… Y fijaos que hace un año nos daban por amortizados.
Pero somos un partido que ha transitado por 3 siglos defendiendo ña libertad y la justica social. ¡Qué ignorancia sobre su función histórica y sobre el compromiso militante!
Cuando hace nada se nos daba por acabados, a mi me venía a la cabeza el recuerdo de otro momento en el que todo parecía imposible:

Nos dijeron que sería imposible acabar con ETA si no se cedía a sus pretensiones. Y lo conseguimos.
Nos dijeron que sería imposible, que antes volarían los cerdos, que hubiera un Gobierno socialista en Euskadi. Y este año hace diez que lo conseguimos, que la ciudadanía nos pidió que volviéramos a demostrar nuestra osadía histórica y nos atreviéramos a dar la vuelta a este país enzarzado en planes excluyentes, banderas arrojadizas, consultas independentistas, exclusiones inadmisibles a quienes no fuéramos nacionalistas. Lo conseguimos y hoy nada es igual en Euskadi desde hace una década.
Nos dijeron que sería imposible una alternativa a la resignación y el empobrecimiento que instaló el Gobierno del PP en España, y Pedro Sánchez se atrevió, y hoy nada es igual que hace un año

Así que, frente a la soberbia y desprecio que otros han demostrado hacia nuestro partido, hoy asumimos una responsabilidad mayor que la victoria en las urnas. Tenemos la responsabilidad de movilizar a todos los progresistas para que den una oportunidad a la recuperación de derechos sociales, emprendida desde todos los gobiernos en los que hemos participado, y a la apuesta por el diálogo y la negociación para resolver conflictos y ser útiles para la ciudadanía. Y sobre todo porque tenemos la responsabilidad de dar a este país la mejor versión de si mismo, algo que solo podemos hacer nosotros, los socialistas.

Por eso os apelo a huir del ruido y presentar respuestas a las demandas de la ciudadanía buscando acuerdos en cada una  de ellas, frente a quienes se arrojan banderas, cavan trincheras y confrontan sentimientos y necesidades de la gente. Tenemos que dejar bien claro que nuestra agenda es:

La igualdad plena de hombres y mujeres.
La lucha contra la pobreza infantil, el empleo de calidad, las oportunidades para nuestros jóvenes y la dignidad en la vida de nuestros mayores.
Que nadie quede atrás ante los retos demográficos, tecnológicos ni medioambientales
La defensa de los valores que han permitido la mayor etapa de progreso: la pluralidad, la libertad, la igualdad, la solidaridad.

Para los socialistas va a ser fácil. Porque hablamos el mismo lenguaje allá donde estemos. En el Congreso y el Senado o en el Parlamento Vasco. En los ayuntamientos y en Europa.
Otros tienen que ajustar sus discursos. Otros tienen que cuidar sus palabras según quién quiera que les vote en cada momento. Otros tienen que corregir o disimular lo que dicen y hacen sus compañeros en según qué territorios, en según qué instituciones. El socialismo vasco no. Porque buscamos en cada pueblo y en cada convocatoria a las mismas personas.

A quienes aspiran a convivir en un espacio de progreso con mujeres y hombres libres con iguales derechos y obligaciones que miran al siglo XXI y no al XIX. Estamos convencidos de que esa es la vocación de la mayoría, y por eso salimos a liderar el futuro con confianza. Primero en las elecciones generales. Y a continuación en cada pueblo y ciudad.

No sobra un voto. Nadie se puede confiar. Nos hacen falta todas las manos para que no se caigan los derechos y libertades que tanto nos ha costado levantar. Para que no vuelva esa derecha rabiosa y vengativa que quiere arrasar con todo. Os animo a pelear cada voto. Os animo a ganarlos todos. Nos estamos jugando mucho. Nos estamos jugando el futuro. No podemos fallar.

Muchas gracias.