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La Fundación Ramón Rubial y el PSE-EE hacen entrega en Gogora de documentación relacionada con la victoria sobre ETA

El periodista Javier Arteta ha sido el encargado de recopilar y contextualizar este trabajo, que persigue una memoria exigente sobre el fin del terrorismo

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La coordinadora de Programas de la Fundación, Ana Cano; su vicepresidente, Rodolfo Ares, y la Secretaria Ejecutiva de Memoria y Convivencia del PSE-EE, Inés Ibáñez de Maeztu.

El Vicepresidente de la Fundación Ramón Rubial, Rodolfo Ares, y la Secretaria Ejecutiva de Memoria y Convivencia del PSE-EE, Inés Ibáñez de Maeztu, han hecho entrega hoy en el Instituto Vasco de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora de una serie de documentos que persiguen contribuir a conformar una memoria exigente, evidenciar el error del terrorismo y demostrar que la política, el diálogo y el acuerdo entre diferentes, respetando las normas, han sido el instrumento de mayor transformación y progreso en Euskadi.

La Fundación Ramón Rubial ha pedido para la recopilación de estos documentos y su contextualización la colaboración del periodista Javier Arteta, testigo en primera fila de la vida política de estas cuatro décadas desde el Parlamento Vasco. Arteta ha sido, además, protagonista activo en la elaboración de proyectos y documentos que han sido esenciales en el reconocimiento de las víctimas, en la deslegitimación del terrorismo y en la definición de los cimientos éticos compartidos sobre los que construir la convivencia.

Este trabajo sobre el papel del socialismo para conseguir el final de ETA y sobre los retos pendientes es una reflexión que tanto la Fundación como el PSE-EE quieren aportar a los fondos documentales de Gogora, un instituto nacido precisamente con la vocación de contribuir a la construcción de una convivencia democrática y la defensa de los derechos humanos y la paz, aun en las peores circunstancias.

Compartiendo ese ánimo, y de forma complementaria a otras aportaciones que recibe Gogora, la Fundación Ramón Rubial pretende seguir contribuyendo a una memoria completa que siente las bases para asentar la convivencia plena. De este modo, se han incorporado a modo de anexo documentos que fueron determinantes desde el punto de vista de la acción institucional en el final de ETA y que explican del cese de su actividad criminal sin ninguna contrapartida política, así como las aportaciones posteriores para gestionar las consecuencias de medio siglo de terrorismo.

La Fundación Ramón Rubial nació con el objetivo de preservar y difundir los valores que encarnó la figura de Ramón Rubial como líder de los Socialistas Vascos y Presidente del PSOE, y también como primer Lehendakari en Euskadi tras la muerte del dictador, en favor de la construcción de una sociedad más progresista, más libre y plenamente democrática.

Es reconocida la actitud política y ética de un Ramón Rubial que sufrió la represión, la cárcel y el exilio en primera persona, y que, tras luchar contra la dictadura, en cuanto se abrió el espacio de la democracia, volcó todo su capital político en huir de la revancha y construir un país en el que pudieran colaborar todas las opciones políticas, en donde pudieran caber todas y todos. Exactamente lo contrario de lo que significó el proyecto de ETA, de imposición de su propio proyecto político.

Esa actitud en favor de la convivencia en una sociedad plural tiene un valor incalculable una vez que en 2011 las instituciones democráticas lograron que ETA desistiera de matar y que en 2018 la organización terrorista se disolviera definitivamente, más aún cuando en 2020 todavía hay quienes pretenden argumentar que se daban razones para el terrorismo.

Javier Arteta resume de forma contundente en este trabajo la dimensión de la contribución socialista al fin de ETA y los principios de defensa de los derechos humanos, memoria y reparación de las vulneraciones de tales derechos, asunción del pluralismo político, acuerdo entre diferentes para la resolución de los conflictos y aceptación de las reglas pactadas entre todos, que orientaron siempre a los responsables del Partido Socialista.

 “En todo este largo camino para acabar con el terrorismo etarra, al Partido Socialista le correspondió jugar un papel muy relevante. Por varias razones. En primer lugar, por su evidente peso político: el que le hizo ser, por largos períodos, partido de Gobierno y, alternativamente, primer partido de la oposición. Pero también, por su arraigada e histórica cultura de pacto, que le hizo ser participante activo de todos los grandes hitos de nuestra recuperación democrática. Esta manera de entender el acuerdo político es propia de un partido con sentido de Estado, muy consciente de cuándo hay que poner los intereses generales por encima del propio interés partidista. Por eso mismo, tanto en el Gobierno como en la oposición, el Partido Socialista ha sido impulsor, o colaborador, de grandes acuerdos y medidas en defensa de la convivencia y de las libertades públicas”, señala Javier Arteta en este documento.