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Intervención de Idoia Mendia en el Pleno de Política General 2018

Decía el lehendakari Ramón Rubial que su aspiración era que todo aquel que vive en nuestro país, haya nacido o no en él, se pueda sentir protegido. Es la misma ambición que alimenta la decisión actual del Grupo Socialista de participar en las responsabilidades del Gobierno: la voluntad de acordar con todos los demás grupos y de sacar adelante proyectos que benefician a todo el país. Ese auzolan tan arraigado en nuestra tierra, puesto al servicio del conjunto de la ciudadanía. Sin exclusiones.

Quería empezar mi intervención con esta referencia porque al hacer balance del último curso no queríamos que se pasara por alto un importante aniversario: este año se han cumplido 40 desde la constitución del Consejo General vasco. Un órgano que no se dedicaba sólo a gestionar sus exiguas competencias.

Aquel equipo liderado por Rubial tenía el reto de reconstruir la convivencia y hacer de ésta el motor de la transformación de Euskadi. Era un equipo destinado a consolidar la cultura política nacida cuatro décadas antes y quebrada por la guerra y la dictadura. Ésa es la cultura política que permitió la aprobación del Estatuto de Gernika y su posterior desarrollo. La que permitió la etapa de mayor progreso y cohesión social en Euskadi.

Debemos tener bien aprendido que los grandes acuerdos sólo se construyen desde el reconocimiento mutuo, desde la asunción de las diferencias, desde el respeto a la legalidad, desde los principios de libertad, igualdad, justicia y solidaridad. Y también desde las ganas de sumar. Las ganas que seguimos teniendo los socialistas, las que compartimos con la mayoría ciudadana, que demanda entendimiento, estabilidad, progreso y cohesión.

El socialismo vasco no va a dimitir nunca de esa voluntad, de esa aspiración a la suma, de esa ambición de transformación, de esas ganas de construir país juntos. El socialismo vasco no va a abdicar de su responsabilidad con la ciudadanía vasca, de garantizarle un camino seguro y renovador. Un camino que requiere sosiego y valentía, legalidad y ambición.

Por eso, en este curso que empieza el Grupo Socialista va a seguir comprometido en explorar las muchas coincidencias que tenemos con otros grupos, en saber administrar las diferencias y en saber entender el valor de la pluralidad. Vamos a explorar a fondo el camino que la existencia de ETA bloqueó: el de la convivencia plena desde principios éticos en una sociedad diversa.

Porque lo necesitamos, porque es nuestra gran asignatura pendiente, y porque de conseguirlo será el aldabonazo definitivo para una Euskadi plenamente asentada en el siglo XXI.

Volvemos a reivindicar ese espíritu, esa cultura y la mejor de nuestras tradiciones: el acuerdo entre diferentes para progresar de la mano sin que nadie, ni una sola persona, se sienta excluida de ese proyecto compartido.

Ése es el compromiso nuclear que pretendo trasladar a este debate por parte de mi grupo: el de no cejar en la búsqueda de acuerdos.

Lehendakari: Le he oído a usted también apelar al acuerdo. Sabe que fue el motor del pacto que alcanzamos hace casi dos años. Para que el Gobierno que preside, en el que participamos, se centre en el empleo, en la igualdad, en los derechos sociales, en los servicios públicos, en preparar a Euskadi ante los grandes retos.

Y también para buscar un nuevo proyecto de convivencia, que ensanchara consensos, que garantizara la pluralidad y que se hiciera dentro del ordenamiento jurídico vigente. Que lo íbamos a buscar aquí, en Euskadi, en esos términos

Le reitero el compromiso socialista, sincero y leal, para lograr ese objetivo. Es un compromiso adquirido con la sociedad vasca. Por eso participamos en el Ejecutivo, que está cumpliendo lo recogido en el programa de la legislatura.

Pero en lo relativo al autogobierno, no se ha conseguido ese acuerdo entre los partidos. Es lo primero que debemos ser capaces de constatar, en lugar de arrojar la pelota de responsabilidad a otros tejados.

Repito que ese acuerdo tenemos que conseguirlo aquí, entre nosotras y nosotros. Porque si de verdad asumimos que estamos en una sociedad muy plural, como creemos los socialistas, de lo que se trata es de integrar esas distintas formas de sentirnos vascos. Y eso no se ha hecho.

Ha reconocido la actitud del nuevo Gobierno de España, que escucha a las personas y los territorios. En un mes había desbloqueado asuntos atascados en tribunales. En un mes había creado, por primera vez, una comisión permanente de diálogo y encuentro con el Gobierno de Euskadi.

Pero no es responsabilidad del presidente Pedro Sánchez arreglar lo que aquí no se ha sabido encauzar.

Y sobre todo, de poco sirve invitar al acuerdo si hoy ya se da por cerrado un modelo

De poco sirve apelar a la pluralidad si el modelo que se ofrece recoge las aspiraciones de una parte de la sociedad.

Usted defiende un modelo confederal. Yo defiendo el federal. Y estamos en uno autonómico que sólo se puede cambiar si reformamos la Constitución. Si no es así, y lo sabe usted, lo que ahora plantea sólo generará esa frustración de la que usted y nosotros queremos huir.

Le reitero: El grupo socialista seguirá comprometido en aquello que firmamos para la gobernabilidad de Euskadi, y seguiremos comprometidos sobre todo con garantizar la pluralidad que tanto nos enriquece, que tanto nos ha costado preservar y que se plasma en la vía de los amplios consensos.

Porque estrenamos un curso político en el que volverán las citas con las urnas. Aquí, en este Parlamento, va a haber mucha tentación de pensar más en algún voto que se pueda arañar que en algún derecho que se pueda conquistar.

Mi grupo, pase lo que pase en los próximos meses, seguirá buscando conciliar voluntades sobre los mínimos que suman a toda la sociedad para impedir que los máximos de una parte de esa sociedad perjudiquen a la ciudadanía. Entre el todo o la nada existe un enorme cauce en el que cabemos todos, y es el que hemos trabajado y seguiremos empeñados en trabajar.

Porque la búsqueda de acuerdos no responde por nuestra parte a ninguna necesidad aritmética. Es nuestra convicción democrática.

 

 

Behin baino gehiagotan esan dut. Oposizioan zein Gobernuan.

 

Eta berresten dut orain, sozialista bat Espainiako presidentea dela. Eta presidentea da, hain zuzen ere, alderdi desberdinak batu ginelako, gizarte honetan garai berri bat irekitzeko.

 

Eta horrek erakusten du elkarrizketaren garrantzia akordioak lortzerako orduan.

 

Ez zen egia politika ez zuela ezertarako balio. Ez zen egia denok berdinak ginela. Erakutsi egin dugu politika ezinbestekoa dela herritarren arazoak konpontzeko.

 

Haurren pobreziari aurka egiteko. Zazpiehun pertsona itsaso erdian ez uzteko. Osasunerako eskubide unibertsala berreskuratzeko. Eskubide laboralak sustatzeko. Emakumea erabakien lehenengo frontean jartzeko. Pentsio publikoen sistema bermatzeko...

 

 

 

Hainbeste buruhauste eman gaituzten gai horiek guztiak dute gaur, behingoz, konpontzeko aukera.

 

 

 

Eta guretzat, poztekoa da. Gobernu sozialista bat delako posible egin duena, noski. Herritarren beharrak (premiazkoenak) erantzuna dutelako.

 

 

 

 

 

Eta poztekoa da, be bai, ekimen horiek bat egiten dutelako, Sozialistak Euskadin martxan jarri ditugun politikekin.

 

 

 

 

Gobernuaren lana herritarren agendan ardaztea erabaki genuen. Distrazio barik. Gizartearen pluraltasuna onartuz. Gure desberdintasunak alde batera utziz, eta ahalegin guztia eginez enpleguaren alde, berdintasunaren alde, Etxebizitza Legearen alde...

 

 

 

 

Espainiako Gobernuarekin ere elkarguneak bilatzea erabaki genuen. Eta presidente bat dugu gaur, gu bezala, akordioarekin eta euskal gizartearen ongizatearekin konprometitua.

 

Me lo han escuchado antes en esta tribuna cuando estábamos en la oposición y cuando gobernamos Euskadi, antes y ahora. Lo repito ahora, cuando además mi partido tiene la responsabilidad de gobernar España. Lo hace gracias a la conjunción de voluntades que se dieron en junio pasado para cambiar el paso en el conjunto del país.

La primera lectura que quiero hacer de este nuevo tiempo es que demuestra la importancia de la política y el valor del diálogo para conseguir acuerdos entre diferentes. No era verdad que la política no sirviera para nada, que daba igual que estuvieran unos u otros. La política es imprescindible para resolver problemas que afectan a la ciudadanía, para abordar de forma inmediata un plan contra la pobreza infantil, para no dejar tiradas a casi setecientas personas a la deriva en un barco, para recuperar el derecho universal a la salud, para recuperar derechos laborales y situar a la mujer en el primer plano de las decisiones, para garantizar el sistema público de pensiones….

Para esos asuntos que nos han ocupado mucho tiempo y mucho debate en esta Cámara en este último año y que hoy tienen una oportunidad para encauzarse.

Y para nosotros esta situación es de especial satisfacción. No sólo porque el Gobierno sea socialista, que por supuesto. No ya porque la ciudadanía, sus urgencias, las más inmediatas, estén teniendo respuestas también inmediatas, que por supuesto también nos satisface plenamente.

Es también una satisfacción porque además alineamos esas políticas con las que los socialistas nos habíamos implicado ya en Euskadi cuando optamos por participar en el Gobierno vasco.

Cuando decidimos que la acción de este Gobierno se centrara en la agenda ciudadana, sin distracciones, asumiendo la pluralidad de este país, dejando en la discusión parlamentaria las diferencias y volcando los esfuerzos en el empleo, en la igualdad, en el desarrollo de la ley de vivienda…

Cuando apostamos por buscar también los puntos de encuentro con el Gobierno de España. Y el que preside Pedro Sánchez está también, como nosotros, comprometido con el diálogo y el progreso de la sociedad vasca.

 

 

Así que es un momento de oportunidades y de responsabilidades. De todos y cada uno de los grupos. Para que los problemas no se pudran, para encontrar soluciones. Porque para eso y no para ninguna otra cosa estamos aquí. Para eso sirve la política.

Y no sólo hablamos de transferencias pendientes, o de desanudar cuestiones atascadas tras la desaparición de ETA. Hablamos de otros muchos asuntos que no son la agenda exclusivamente vasca, pero que nos afectan directamente también a todos y cada uno de los vascos y vascas.

Porque nos concierne ir corrigiendo los desmanes en derechos laborales, los desmanes en la protección del derecho a la salud, los desmanes en la garantía de la igualdad plena de las mujeres, los desmanes que han puesto en peligro la sostenibilidad de las pensiones públicas dignas….

Hay en esta Cámara quien preferiría que estos asuntos no dependiesen de las decisiones del Gobierno de España. Pero no es cuestión de preferencias. Es cuestión de realidad, de las realidades que viven las personas a las que hemos acompañado en las calles en este esperanzador año.

De esas realidades queremos hablar hoy. De esas realidades en donde constatamos que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. Y sobre lo que nos une es sobre lo que queremos volcar los esfuerzos

Nos une nuestra voluntad decidida de recuperar de una vez a la mitad de la población. Que las mujeres se sitúen en pie de igualdad en todos los ámbitos políticos, económicos y sociales. El socialismo vasco se comprometió en campaña a sacar a la mujer del rincón de la protección y ubicarla en la cabina de mando, por razones de igualdad y porque es un inmenso capital que Euskadi no se puede permitir desperdiciar para su progreso. Y así lo reflejamos en el acuerdo de Gobierno.

Cuando el 8 de marzo se realizó el llamamiento feminista, allí estábamos. Apenas dos semanas después estábamos también en el acuerdo con el resto de los grupos en torno al Pacto de Apoyo a las Familias, una de nuestras prioridades en este mandato. Una propuesta renovadora que supera las políticas natalistas, asistencialistas, paternalistas.

Porque las mujeres no demandamos protección, demandamos nuestro derecho a poder desarrollar nuestra vida sin que la decisión de ser madre o no, sola o acompañada, suponga una condena. Por eso era tan importante extender los permisos de parentalidad. Euskadi fue pionera, y ahora se van a completar en el conjunto de España con el nuevo Gobierno. Para seguir levantando las barreras que impiden la igualdad

Como tenemos que elevar la exigencia, que también nos une, contra el intolerable intento de sumisión de la mujer, la que acaba en tantos asesinatos. No nos basta haber sido pioneros en Europa con una ley integral de protección. Tenemos que actuar sin matices desde cada instancia, desde cada casa, desde cada administración pública para que no haya una sola mujer que tenga que sentir miedo, para que todas las mujeres nos sintamos plenamente libres.

También en relación a la mujer nos queda acortar la brecha salarial. Es otro asunto que también nos une. Los últimos datos que conocemos no van en el buen camino. La discriminación salarial por ser mujer está prohibida en España, pero ellas siguen accediendo a empleos de peor calidad, y eso condiciona sus ingresos. Es hora de dar la vuelta a esta situación.

 

Es lo que tiene sobre la mesa el Departamento de Trabajo: una batería de actuaciones concretas y evaluables. Medidas tasadas contra el fraude laboral, medidas de formación, racionalización de horarios, control de cumplimiento de los planes de igualdad, cláusulas sociales…Algunas están en manos de la Administración, otras exigen negociación colectiva. Pero todas merecen el acuerdo con los agentes sociales.

 

Sólo esa búsqueda de acuerdos para atajar la brecha salarial es un motivo para recomponer la mesa que se disolvió en abril. Porque en este Parlamento también nos ha unido reclamar medidas que dignifiquen el empleo y los salarios, y que se propicie la negociación colectiva. El lugar para hacerlo es la Mesa de Diálogo Social

 

En este proceso abierto ha habido errores y se han asumido. Lo hizo el lehendakari ante este Pleno. Ahora es el momento de pensar en aquellas personas a las que representamos los partidos políticos, los sindicatos y las empresas.

 

Quiero hacer aquí de nuevo un llamamiento al diálogo, a todos. Ratifico el compromiso socialista, de mi grupo y de quienes tienen la responsabilidad de gobernar, en propiciar los espacios de encuentro entre los agentes. Un esfuerzo del que no hemos desistido en ningún momento, conscientes de que las formas son tan importantes como el fondo.

 

Por eso, para eliminar suspicacias, para propiciar acuerdos, para disipar excusas y recomponer confianzas, vamos a contar con un decreto que consiga una Mesa estable y reglada.

 

Batzen gaitu, eta horrela berretsi du Ganbara honek, lan-iruzurraren aurkako borroka.

 

Esfortzu handia egin dugu, ikuskaritza lanak areagotuz. Eta horri esker, legealdi honetan, 6.000 pertsona baino gehiagok beren egoera erregularizatu dute. Eta ezin dugu guardia jaitsi. Gobernuaren lehenengo konpromisoa delako: eskubideak dituzten enpleguak berreskuratzea.

 

 

Helburua da langabezia %10 baino gutxiago izatea, legealdi amaieran. Eta lehenago lortzeko bidean gaude. Baina kontua ez da soilik langabezia jaistea, baizik eta enpleguaren kalitatea bermatzea ere.

 

2012ko Lan-Erreformak eragindako prekarietatea pairatzen dugu oraindik. Espainiako Gobernu berriak lege hori zuzentzen ari da

 

 

Eta, gure eskura dagoen horretan, tresna berri bat daukagu: Lanbide Heziketaren Legea. Gure errealitatetik hurbilago. Ekonomia berri eta aldakor honek behar dituen langileen heziketan oinarritua.

 

 

 

Nos une también, y así lo ha ratificado este Pleno, la lucha contra el fraude laboral. Y ese esfuerzo sin cuartel, volcando todos los recursos de inspección, ha permitido que en lo que llevamos de legislatura más de 6.000 personas hayan regularizado su situación. Es una batalla en la que no podemos bajar la guardia y que permite avanzar en el compromiso primero de este Gobierno: recuperar el empleo con derechos.

Porque no se trata sólo de reducir el paro. Nos fijamos como objetivo que al acabar la legislatura el desempleo bajara del 10 por ciento, llevamos camino de conseguirlo antes.

Pero sufrimos aún la precariedad que permitió la última reforma laboral de 2012, y que el nuevo Gobierno de España está corrigiendo.

En lo que está en nuestro alcance, contamos ahora con un nuevo instrumento, que aprobamos en el último pleno: una Ley de Formación profesional pegada a la realidad laboral, orientada a la cualificación de la mano de obra que requiere la nueva economía en transformación permanente.

 

 

 

Es el camino que permite salarios dignos y cotizaciones suficientes para garantizar pensiones dignas desde el sistema público.

Este es otro elemento que nos une aquí, en esta Cámara, como refrendamos una amplísima mayoría el 1 de marzo. Es un elemento que nos ha unido a las miles de personas que hemos compartido en las calles el movimiento de nuestros mayores. Y es un elemento que cuenta desde junio con la oportunidad de corregir el empobrecimiento padecido en estos años y al que se condenaba a los pensionistas en el futuro.

Ahora es el momento de dar estabilidad a ese sistema público. Lo tenemos que hacer quienes hemos propiciado el Gobierno de Pedro Sánchez, el que va a abrir esa puerta.

Y de forma paralela, pensamos en los jóvenes. Porque nos une ahora una larga demanda socialista que parece que puede ver la luz: la elaboración de una Ley específica que les atienda de forma integral.

Lo mismo que hemos compartido una reflexión y una apuesta que amplía también el calendario legislativo: hacer una Ley vasca de Memoria histórica. Una tarea pendiente para rescatar de las cunetas del olvido a quienes defendieron la libertad y la democracia frente al golpismo y la dictadura

También nos une la defensa de otros pilares troncales de la cohesión social, como son los que garantizan el derecho a la salud y el derecho a la educación.

En este sentido quiero dar las gracias en nombre del Partido Socialista a todos los agentes que han hecho posible un acuerdo básico para mejorar la calidad de la enseñanza en los centros públicos, reforzar el apoyo al alumnado que tenga más dificultades y consolidar el empleo de los docentes.

Hace tres décadas los socialistas sentamos las bases de la escuela pública y la integración de las ikastolas. Hoy seguimos pensando que el futuro de Euskadi se está jugando en nuestras aulas, en los conocimientos y habilidades de los alumnos. Por eso hay que seguir abonando los espacios de encuentro para ampliar el pacto educativo que debe alimentar la nueva ley.

Ese pacto contiene los mimbres que veníamos reclamando: que los alumnos accedan al inglés, castellano y euskera, la apuesta por lo público, el respaldo a los docentes, la innovación, las fórmulas para acabar con guetos y segregaciones que sólo conducen a perpetuar desigualdades

Y me refería también a otra pata imprescindible de nuestro modelo social, la del derecho a la salud. Aquí la última gran reforma la emprendimos hace dos legislaturas y estamos en fase de consolidación.

Una de las grandes apuestas socialistas y peleas del pasado reciente, Biocruces, es ya una realidad como apuesta imprescindible por la investigación biosanitaria. Otra larga, muy larga batalla, la de contar con un hospital de referencia en Eibar para atender las necesidades de 90.000 personas, está a punto de ser una realidad. Como ya lo son el de Urduliz o el banco de leche materna. O como se están dando pasos también para la integración de Onkologikoa en el sistema público de salud, y consolidarlo como punta de lanza en la lucha contra el cáncer.

Apuestas estratégicas, de largo recorrido, diseñadas hace dos legislaturas por el Gobierno socialista del que formé parte, que han tenido que superar avatares económicos y recelos partidistas hasta que hemos sido capaces de convencer de su necesidad. Al igual que ha habido que superar recelos hasta conseguir que todos los afectados por Hepatitis C fueran atendidos con la medicación que les cura. Los socialistas introdujimos esta demanda en el acuerdo de gobernabilidad y hoy hay 6.400 vascos y vascas que han recuperado su salud.

Pero aún en el ámbito sanitario nos faltaba abordar un proceso de estabilización de plantillas y relevo generacional. Por eso, de acuerdo con una parte de los sindicatos, se ha impulsado un proceso de oferta de empleo. Una OPE diseñada para dar una oportunidad de calidad de empleo a los profesionales que nos garantizan nuestro derecho a la salud y que ha estado empañada por irregularidades.

Los socialistas pedimos desde el principio al departamento máximo rigor y transparencia para investigar qué había pasado, garantizar la limpieza y seguridad del proceso y depurar las responsabilidades que se pudieran derivar. Esa fase de investigación y reparación está en marcha y nos parece lo más urgente.

No vamos a jugar con el futuro de 96.000 personas ni con el cuestionamiento de este servicio público. No vamos a jugar a generalizar ni acusar sin tener datos. Y no vamos a jugar a excusar a nadie. Esperamos a solucionar lo urgente y que se adopten todas las medidas que sean necesarias para que no haya la más mínima sospecha sobre la limpieza de ésta o cualquier otra convocatoria de empleo.

Otro derecho que nos ha acabado uniendo a todos los grupos en una conquista que iniciamos los socialistas en solitario hace dos legislaturas: el del acceso a la vivienda.

Los socialistas asumimos en el Gobierno el despliegue de la Ley. Una tarea complicada, pero que ha permitido alinear a las distintas administraciones en el mismo objetivo. Y hoy 47.000 familias vascas tienen cobertura de su Gobierno o sus ayuntamientos, el 40% de la oferta de alquiler es protegido, se está impulsando un ambicioso plan para facilitar el acceso a la vivienda y la emancipación de los jóvenes, el barrio de Coronación en Vitoria emprende un proyecto de rehabilitación integral, en Otxarkoaga tienen un plan de renovación tan necesario como demandado por sus vecinos….

Nos queda recorrido. Nos queda terminar de convencer a quienes tienen pisos en desuso que les sale a cuenta ponerlos a disposición de quienes los necesitan. Nos queda culminar el decreto que consolide el derecho subjetivo. Pero sin duda el salto que hemos dado en este derecho en dos años nos sitúa como referencia en España. Y, sobre todo, como una esperanza para quienes reclaman de sus representantes políticos que atendamos sus necesidades más perentorias.

Respuestas a quienes más han sufrido la crisis que también nos unen a todos los grupos cuando nos hemos ocupado de la Margen Izquierda, de Zona Minera, de Encartaciones, de Oarsoaldea. Fue nuestra primera iniciativa esta legislatura, la de recuperar los trabajos iniciados en la pasada. Ahora, con todas las instituciones en línea, se deben emprender las actuaciones acordadas. Porque no vamos a olvidarnos de los ciudadanos que viven en comarcas desfavorecidas.

Como no nos olvidamos de las víctimas del amianto, que también nos han unido a todos los grupos en este Parlamento pero que habían quedado relegadas al cajón de los vetos del PP en el Congreso de los Diputados. También para ellas era necesario un cambio de Gobierno, para levantar ese veto que retrasa las respuestas que necesitan.

Como necesitaban el cambio de Gobierno en España los miles de empleados públicos vascos. Lo necesitaban para eliminar el veto que impedía la recuperación de su nivel adquisitivo.

Nos une también una voluntad compartida por reforzar nuestro sistema de protección social, un modelo en el que se miran en otras comunidades. Porque con todas sus lagunas, sabemos que la inversión en la renta de garantía de ingresos ha sido una de las mejores que hayamos hecho como sociedad.

Ese modelo requiere una puesta al día y hay una propuesta sobre la mesa. Una propuesta para llegar con más cuantías a más hogares y con mayor empeño donde haya menores y pensionistas. Para que nadie que lo necesite se quede sin recibirla, para que nadie que no lo necesite se quede con un euro. Y sobre todo, para que cada vez haya menos gente que lo necesite. Porque consigamos recuperar para el empleo a quienes llevan atascados años en el paro. Porque combatimos la precariedad de los trabajadores que deben completar sus salarios. Ése es el reto, y tenemos un debate pendiente.

Agradezco que el pasado junio EH Bildu pidiera aplazar este trámite en lugar de tirar a la basura la propuesta. No es nunca buena idea dar una bofetada al Gobierno en la cara de las personas que reclaman un derecho.

Espero que todos los grupos seamos conscientes de lo que nos traemos entre manos. Por parte socialista, saben, porque se lo hemos transmitido, la voluntad de llegar a acuerdos también en esto.

Una voluntad socialista contrastada también para lograr de una vez un sistema público audiovisual en el que todos, sin excepción, nos sintamos reconocidos. Una gran mayoría de quienes estamos aquí pertenecemos a los partidos que acaban de propiciar el camino para el fin del sectarismo y la manipulación en Radio Televisión Española, que también es de los vascos. Debería ser un acicate para propiciar los consensos en la reforma integral de EITB.

Como esperamos acuerdos en materia presupuestaria. Abiertos a todos los grupos. Sin exclusiones ni vetos. No los ha habido en los dos años anteriores. No los habrá en éste.

Tenemos una buena base. Un proyecto con objetivos definidos, y mayores recursos para garantizar los servicios públicos, el impulso de la economía y afrontar los retos tecnológicos, demográficos y ambientales. Tenemos mayores recursos porque se ha acotado el terreno a quienes se escaquean de su responsabilidad, gracias al plan contra el fraude fiscal que impulsamos hace cinco años. Y porque pagan más quienes tienen más ingresos, gracias a la reforma fiscal más reciente, y a nuestra propuesta de elevar el mínimo para las sociedades.

En las nuevas cuentas queremos incorporar las aportaciones de quienes quieran orientar esos recursos a aquellas cosas que acordamos aquí cada semana. Porque a nadie se nos oculta que están asomando nubarrones de incertidumbre en la economía global, en esa en la que participamos también desde Euskadi. Y es esencial que afiancemos nuestras grandes fortalezas como sociedad: la cohesión y la capacidad de transformación de nuestra economía.

Por eso es tan importante que sigamos ganando terreno a la investigación y la innovación.

Por eso es tan importante que hayamos reordenado las distintas formas de apoyar a nuestras empresas, de ayudar a financiarlas, de comprometerlas con el arraigo en esta tierra, para ser más eficaces con las subvenciones.

Por eso es tan importante también que consolidemos, como estamos haciendo, a la industria turística como un atractivo con valor añadido, con una propuesta que convenza a quienes nos visitan para quedarse más tiempo, que crea empleo estable, que convive con el entorno, con quienes residimos en nuestros pueblos y ciudades y con el medio ambiente.

Un sector que ha dado un salto de calidad, por una apuesta política inequívoca y porque hemos conseguido borrar la marca de terror que ETA imprimió durante medio siglo. Esa marca hoy ha desaparecido de cara al exterior. Pero aquí, en casa, sigue quedando la huella de lo que supuso esa historia.

Biktimek espero dute eragindako mina guztiz bidegabea izan zela aitortzea.

Espero dute euren familiarrak galdu zituztenek. Mehatxatuek. Presioa eutsi ez eta joan behar izan zutenek.

 

Espero dute Udaletako Bilkuretan erasoak jasan zituztenek. Poliziak, epaileak, kazetariak, enpresariak, irakasleak...

 

 

 

 

Eta argi esan behar da ez dagoela arrazoirik, ez dagoela proiektu politikorik, beldurra, bahiketak eta erailketak justifikatzen dituenik.

 

 

Beharrezkoa da egia jakitea. Humberto Fouzen familia, Jorge Garciarena, Fernando Quirogarena, Eduardo Bergaretxerena, Jose Miguel Etxeberriarena jakin dezaten non dauden euren senideak.

 

Instituzio publikoak lan egin behar dute inor harro sentitu ez dadin bizitza bat kentzeagatik.

 

 

Eta beharrezkoa da biktimak aitortu eta erreparatzea. Biktima guztiak.

 

 

Porque las víctimas siguen esperando que se reconozca que el daño causado fue profundamente injusto. Lo necesitan quienes perdieron a sus familiares, quienes fueron amenazados, quienes no aguantaron la presión y se marcharon. Lo necesitan los muchísimos que resistieron el acoso en cada pleno municipal, en su trabajo como agentes policiales, como jueces, como periodistas, como empresarios, como docentes.

Es necesario que se diga con claridad que no hubo una sola razón, ningún proyecto político, que justificara el miedo, los secuestros, los asesinatos.

Es necesario que se sepa la verdad. Que las familias de Humberto Fouz, Jorge García, Fernando Quiroga, Eduardo Bergaretxe, José Miguel Etxeberria puedan saber dónde están sus restos.

Que las instituciones públicas trabajen para que nadie pueda sentirse orgulloso de haber vulnerado una sola vida. Para que nadie que salga de la cárcel pueda jactarse por lo que hizo

Es necesario que las víctimas sean reconocidas y reparadas. Todas.

 

 

Porque el Estado de derecho aguantó y venció a quienes quisieron derribarlo, gracias a los funcionarios policiales y a los profesionales de la Justicia. Y el Estado de derecho se fortalece cuando reconoce sus fallas y las corrige.

Este es el mejor cimiento para la convivencia. Que quienes representamos a la ciudadanía seamos rotundos y claros para decir que nadie debió ser amenazado, secuestrado, torturado ni asesinado, ni por ETA ni con la excusa de ETA. Que el daño causado ha sido tan inútil como injusto. Y que nos comprometemos a construir un futuro en el que asumimos la pluralidad de nuestra sociedad como una de nuestras principales riquezas.

Ése sería un día histórico de verdad.

Porque los días históricos, los acuerdos históricos, son aquellos que suman a diferentes para que todos juntos puedan avanzar en proyectos compartidos.

En 1936 el diputado Prieto planteó al diputado Aguirre encauzar la autonomía de Euskadi a partir de la concordia y la transigencia. Y así, PSOE y PNV sumaron al Partido Comunista, al republicano y a ANV en un proyecto que, por primera vez, unió a vascos de distintos territorios.

Eso es histórico

Histórico fue el día en el que el lehendakari Rubial y el lehendakari Garaikoetxea celebraron juntos en La Casilla el sí al Estatuto de Gernika. Y junto a ellos UCD y Euskadiko Ezkerra

 

Histórico fue el día en el que se aprobó en España la Ley de Sanidad, que instauraba el derecho a la salud, que inmediatamente desarrollamos en Euskadi con un modelo innovador.

 

Histórico fue cuando conseguimos que la escuela pública vasca fuera el eje del derecho a la educación. Cuando aprobamos la ley de RGI, la ley de la vivienda. Cuando aprobamos la ley de normalización del uso del euskera que ha conseguido que la lengua vasca sea conocida por más gente que nunca antes en la historia.

 

E histórico fue el día en el que conseguimos que ETA dejara de matar

 

Esos son días históricos. Y en todos hemos estado los socialistas.

 

Pero no son históricos porque hayamos estado nosotros, sino porque nosotros y otros entendíamos qué era lo importante: lo que consigues que mejore la vida de la gente, lo que conquista derechos y libertades en beneficio de todos, nacionalistas y no nacionalistas, vengan de donde vengan y sientan como sientan.

 

Por eso será histórico el día que consigamos renovar nuestro proyecto de convivencia para mejorar la vida de la gente. Y como en el pasado, para nacionalistas y no nacionalistas, vengan de donde vengan y sientan como sientan.

 

Y creemos que es posible hacerlo. Creemos que es posible ensanchar derechos y ampliar consensos. Creemos que es posible trasladar un proyecto para el futuro en el que nadie se sienta excluido. Un proyecto integrador e inclusivo.

 

Un proyecto viable. Para que la ciudadanía entienda que este debate que nos ocupa sí era importante. Y que lo es porque realmente les protege sus derechos y abre un nuevo tiempo de convivencia entre los vascos y con el resto de España dentro de la Unión Europea.

 

Ha pasado la fase en la que azuzar nuestras diferencias. Sabemos cuáles son. No se ha aprovechado la oportunidad para esforzarnos en encontrar las coincidencias.

 

Pero llegará el momento de la responsabilidad de cada grupo. Porque es nuestra responsabilidad, la de quienes ocupamos estos escaños, ofrecer una propuesta que ponga nuestro autogobierno en el siglo XXI y que se pueda llevar a la práctica.

Quienes se embarcaron en el proyecto del 36 acertaron. Quienes lo hicieron en el 78 y en el 79, también. Quienes estamos en 2018 debemos ser capaces de acertar. Y los socialistas estamos dispuestos de nuevo. Tenemos una oportunidad que no queremos desaprovechar.

Porque, como he venido relatando en esta intervención, es mucho lo que nos une, y es ahí donde queremos poner el foco de este curso que empieza.

 

Orain dela berrogei urte, Gernikako Estatutuak elkarbizitzarako esparru bat eskaini zigun. Eta gaur, elkargune hori garatzeko eta modernizatzeko aukera dugu.

Eta posiblea da. Posiblea da inor baztertzen ez duen testu bat aurrera ateratzea.

Posiblea da, euskaldunak berriz batzea, proiektu integratzaile, inklusibo eta bideragarri baten barne.

Iraganean lortu genuelako. Espainia osoan akordiorako garai berri bat irekitzen ari garelako. Eta Euskadik ezin duelako albo batera geratu.

Sozialistak gure kultura politikoaren ondarerik oparoena berreskuratzeko helburua dugu.

Asko baita batzen gaituena. Eta denon erantzukizuna da, talde guztiena, aukera hori ez galtzea.

 

Hace 40 años, el Estatuto de Gernika nos ofreció un espacio para la convivencia. Y hoy tenemos la oportunidad de desarrollar y modernizar ese punto de encuentro.

Y es posible. Es posible sacar adelante un texto que no margine a nadie.

Es posible unir de nuevo a los vascos en un proyecto integrador, inclusivo y viable.

Porque ya lo hicimos en el pasado. Porque en España estamos abriendo un nuevo tiempo para el acuerdo y Euskadi no se puede quedar al margen.

Los Socialistas tenemos el objetivo de recuperar el legado más fructífero de nuestra cultura política.

Porque es mucho lo que nos une y es responsabilidad de todos, de todos los grupos, no perder esta oportunidad.

 

 

 

No queremos renunciar a nuestro pasado más reciente, el que ha hecho de Euskadi lo que somos. Nunca hemos sido más que ahora, así que las miradas al pasado, a siglos pasados, no pueden estar dominadas por una melancolía injustificada. Y si en las últimas décadas hemos sido muchos y distintos, y hemos sabido unir nuestras fuerzas en condiciones mucho peores para sacar adelante el país, hoy debe ser más fácil todavía.

El Grupo Socialista decidió que esta legislatura debía recuperar la cultura política que alumbró la Euskadi que hemos heredado. La Euskadi que reconoce su pluralidad y orgullosa porque los diferentes nos pongamos de acuerdo para garantizar una sociedad de hombres y mujeres libres e iguales, para garantizar los servicios públicos que hacen posibles los derechos de todos y todas, capaz de transformarse, de prepararse para los retos del futuro.

Una Euskadi que quiere acoger a quienes vienen buscando una oportunidad de otras tierras. Que necesitan que nos coordinemos con eficacia todas las instituciones, porque les necesitamos. Porque la inmigración no es un problema, es un reto al que queremos dar respuesta. No queremos hablar de cuotas, queremos hablar de solidaridad.

Una Euskadi que quiere seguir integrada en una Europa amenazada por quienes levantan muros de miedos y agravios, por quienes se empeñan en nuevas fronteras, y que requiere más que nunca voluntades de progreso conjunto, de responsabilidades compartidas, de colaboración para garantizar nuestros derechos y nuestra diversidad.

Una Euskadi en la que, como ansiaba el lehendakari Rubial, todas y todos nos sintamos protegidos, pensemos como pensemos y hayamos nacido donde hayamos nacido.

Y esa Euskadi necesita que este Parlamento sepa darle respuestas y fijarse prioridades. Las nuestras para este año son la conquista de la igualdad, recuperar un empleo de calidad desde la innovación y la lucha contra el fraude laboral, desarrollar los derechos conquistados, ayudar en la emancipación de los jóvenes, reforzar la RGI y la garantía plena de la pluralidad. En esas prioridades cabemos todas y todos.

Mi grupo se compromete en esa tarea también en este curso que empezamos.